La realidad de la falta de vivienda
La falta de vivienda es uno de los desafíos más visibles pero menos comprendidos de América. Afecta a personas de todos los ámbitos de la vida que luchan debido a dificultades económicas, falta de viviendas asequibles u otras barreras sistémicas. La realidad es que la mayoría de las personas se ven forzadas a quedarse sin hogar por circunstancias que están fuera de su control. Las soluciones radican en cambios sistémicos, no en arreglos rápidos.
¿Quiénes experimentan la falta de vivienda?
Cualquier persona puede experimentar la falta de vivienda. Y si bien cada individuo enfrenta desafíos únicos, todas las personas que experimentan la falta de vivienda se ven afectadas por problemas sistémicos como la escasez de viviendas asequibles e ingresos inadecuados.
Las categorías más amplias de personas que experimentan la falta de vivienda incluyen:
Adultos individuales
Personas en familias
Veteranos
Adultos mayores
Personas en situación de calle crónica
Jóvenes no acompañados
De estas poblaciones, muchas personas se encuentran en situaciones difíciles:

Personas excluidas por alquileres elevados y viviendas limitadas
A medida que los alquileres aumentan más rápido que los ingresos, muchas personas y familias de bajos ingresos quedan excluidas de la vivienda. El setenta y cuatro por ciento de los inquilinos de ingresos extremadamente bajos experimentan una carga de costos severa, lo que significa que gastan más de la mitad de sus ingresos limitados en alquiler, dejando poco para otras necesidades esenciales. Con una escasez crítica de viviendas asequibles a nivel nacional, los hogares enfrentan una constante inseguridad habitacional.

Personas con ingresos insuficientes
Los salarios se han estancado para los trabajadores de ingresos más bajos, y los beneficios públicos no han seguido el ritmo del costo de vida, haciendo que la vivienda sea inasequible para muchos hogares.

Personas que lidian con problemas de salud
Aquellos con condiciones de salud o discapacidades a menudo enfrentan costos médicos más altos, pérdida de oportunidades de ingresos y discriminación, lo que hace aún más difícil encontrar o mantener una vivienda. Para muchos, la falta de acceso a atención médica condujo a problemas de salud progresivos y facturas médicas abrumadoras, dificultando aún más el mantenimiento de la vivienda o el empleo.

Personas de comunidades sistemáticamente marginadas
Las poblaciones BIPOC y LGBTQ+ enfrentan barreras sistémicas como la discriminación, la falta de recursos y programas que carecen de competencia cultural, lo que lleva a un impacto desproporcionado de la falta de vivienda en estas comunidades.
¿Cómo podemos resolver la falta de vivienda?
Resolver la falta de vivienda requiere un enfoque integral que combine la prevención con una respuesta directa. Debemos abordar los problemas sistémicos que obligan a las personas a abandonar sus hogares —como la falta de viviendas asequibles, el apoyo inadecuado a los ingresos y el acceso limitado a la atención médica— mientras aseguramos un sistema de respuesta de emergencia robusto y completamente financiado. Este sistema de respuesta necesita proporcionar refugio inmediato, servicios de apoyo y vías claras hacia una vivienda permanente para aquellos que actualmente experimentan la falta de vivienda.
El papel de la vivienda asequible
Estados Unidos simplemente no tiene suficientes viviendas para todos los que las necesitan. La construcción y preservación de viviendas asequibles es una de las formas más efectivas de detener el flujo de personas hacia la falta de vivienda. Se necesita construir más unidades, y las viviendas actuales deben permanecer accesibles para las familias de bajos ingresos.
La importancia del apoyo a los ingresos
Cerrar la brecha entre los ingresos y los costos de vivienda es crucial. Al aumentar las oportunidades de ingresos y los beneficios públicos, podemos ayudar a prevenir la falta de vivienda.
La necesidad de atención médica
Cuando las personas no pueden pagar o acceder a los servicios de salud que necesitan, esto puede empeorar tanto los problemas de salud como las dificultades financieras, ambos factores que pueden contribuir a la pérdida de vivienda. Garantizar el acceso a una atención médica asequible y de calidad es fundamental para mantener a las personas en sus viviendas y estabilizar a quienes están sin hogar.
Vivienda y servicios de apoyo: Una solución eficaz
La evidencia es contundente: la manera más eficaz de reubicar a las personas es ofrecer acceso inmediato a viviendas permanentes sin condiciones previas, en combinación con servicios de apoyo para ayudarles a abordar necesidades como el empleo, la atención sanitaria o el tratamiento de drogodependencias.
Albergues de Emergencia y Viviendas Temporales
Si bien los albergues temporales ofrecen un alivio inmediato para las personas en crisis habitacional, no están diseñados para ser una solución a largo plazo. Todas las comunidades deben equilibrar sus necesidades de ampliar los albergues de emergencia para todos los que lo requieran, al tiempo que facilitan la salida de las personas hacia viviendas permanentes, de modo que las camas de los albergues estén disponibles para la siguiente persona que las necesite.
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