Cuando los ingresos son insuficientes, la vivienda queda fuera del alcance
Para las personas que viven con salarios bajos o que dependen de beneficios públicos, las matemáticas simplemente no cuadran. Los costos de vivienda siguen aumentando, pero los ingresos y los beneficios no han mantenido el ritmo. No es de sorprender que las personas más pobres de América también sean las más propensas a experimentar la indigencia.
Cómo la falta de ingresos impulsa la indigencia
La indigencia es un resultado directo de la desigualdad de ingresos. Las personas con ingresos insuficientes, especialmente aquellas que necesitan beneficios públicos, encuentran casi imposible competir en el mercado de la vivienda. Examinemos más de cerca cómo sucede esto.

Las dificultades de los trabajadores de bajos ingresos
Para muchos trabajadores de bajos salarios, pagar el alquiler consume la mayor parte de su cheque de pago. Estos trabajadores a menudo están a un gasto inesperado de perder sus hogares.

Desafíos para las personas que requieren beneficios públicos
Programas como el Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI) y la Asistencia Temporal para Familias Necesitadas (TANF) proporcionan un apoyo esencial, pero no se han mantenido al día con el aumento del costo de vida. Esto deja a muchas personas —especialmente aquellas con discapacidades— en alto riesgo de indigencia.

Personas que enfrentan desigualdad de ingresos
La desigualdad de ingresos refleja las desigualdades que vemos en la indigencia. Las personas de color, las mujeres y aquellas con discapacidades enfrentan barreras adicionales para asegurar una vivienda estable debido a las disparidades de ingresos y la discriminación.
Manténgase informado: Soluciones, historias y formas de generar impacto
Regístrese para recibir actualizaciones sobre el trabajo de la Alianza, incluyendo las últimas investigaciones, esfuerzos de promoción e historias reales de progreso — además de formas en las que puede ayudar a impulsar un cambio duradero.