Erradicando la falta de vivienda para jóvenes menores no acompañados

Este documento examina los elementos necesarios para una respuesta integral a la falta de vivienda juvenil, basada en la experiencia compartida por proveedores sin fines de lucro con años de experiencia sirviendo a jóvenes menores no acompañados. A través del Proyecto de Conocimiento Práctico, identificaron los siguientes como elementos necesarios de tal sistema para jóvenes menores no acompañados.

• Prevención. Las estructuras que apoyan a los jóvenes menores –familias, escuelas, adultos solidarios y comunidades– pueden ser fortalecidas y asistidas para prevenir su falta de vivienda. El sistema de bienestar infantil también tiene un papel importante que desempeñar.
• Crisis e intervención temprana. Las comunidades necesitan suficientes camas de refugio y servicios para garantizar que ningún joven menor no acompañado pase nunca una noche en la calle. Además, los programas de crisis deben tener la capacidad de conectar a los jóvenes y las familias con los recursos generales en la comunidad para satisfacer sus necesidades a largo plazo, incluyendo aquellos recursos que permitirán a los jóvenes alcanzar sus objetivos educativos y laborales a largo plazo.
• Vivienda y servicios a largo plazo. Para los jóvenes que no pueden regresar inmediatamente a casa, las comunidades deben disponer de una variedad de opciones de vivienda de transición seguras, de apoyo y apropiadas para el desarrollo, disponibles para garantizar que los jóvenes menores de 18 años puedan comenzar a desarrollar habilidades de vida independiente, conexiones sociales saludables y afirmativas, y bienestar emocional. Estas opciones de vivienda deben tener bajas barreras de entrada y baja tolerancia para las salidas involuntarias.

Finalmente, todos los aspectos de un sistema eficaz para responder a las necesidades de los jóvenes menores fugitivos y sin hogar no acompañados deben estar informados por un marco holístico que: emplee enfoques de desarrollo juvenil positivo y reducción de daños en el entorno menos restrictivo; esté informado sobre el trauma, sea culturalmente competente, receptivo y afirmativo; y ayude a los jóvenes a desarrollar planes y habilidades educativas y laborales y se centre en relaciones saludables con la familia, otros adultos solidarios, pares sociales y comunidades.

Este documento, parte de una serie, surgió del Proyecto de Conocimiento Práctico de la Alianza Nacional para Erradicar la Falta de Vivienda. La Alianza, en colaboración con Funders Together to End Homelessness y el Consejo Interagencial de los Estados Unidos sobre la Falta de Vivienda, y con el apoyo de la Fundación Raikes y el Fideicomiso Caritativo Melville, convocó periódicamente a profesionales perspicaces y experimentados con el objetivo de identificar aquellos enfoques con más probabilidades de éxito en la reducción del número de jóvenes sin hogar.